¡Superperros! 🐶 3 canes que han salvado al deporte y los amamos

Cuando pensamos en deportes y competencias, solemos imaginar atletas humanos rompiendo récords y alcanzando nuevas alturas. Sin embargo, en el mundo deportivo, los perros deportistas también han demostrado que merecen un lugar en el podio.

Desde hazañas que han cambiado la historia hasta actos de heroísmo espontáneo, estos canes han dejado una huella imborrable en nuestra memoria y corazones.

Los perros no solo nos acompañan como fieles amigos, sino que también han sido protagonistas de momentos únicos en eventos deportivos.

Ya sea encontrando trofeos perdidos, salvando partidos de forma inesperada o simplemente inspirando películas que marcaron nuestra infancia, los perros deportistas nos recuerdan que la lealtad, la valentía y la determinación no son exclusivas de los humanos.

En este texto, te contamos tres historias extraordinarias de perros que brillaron en escenarios deportivos. Un Border Collie, un Golden Retriever y un perro callejero conquistaron el mundo del deporte, demostrando el impacto de los caninos.

Estas historias no solo son un homenaje a su inteligencia y energía, sino también una prueba más de por qué los amamos tanto. ¡Admirarás a los perros aún más después de leer esto!

Buddy

Ok, ok. Sabemos que no es una historia real, pero muchos en su infancia desearon con todas sus fuerzas tener un Buddy en su vida porque era el perro más increíble de todos.

Para los que no han visto ninguna película de Air Bud (son cinco en total), en cada una Buddy es un perro que de alguna manera llega con un niño que no tiene amigos y/o cuyo equipo deportivo no es muy bueno y del que el can se hace miembro importante e imprescindible para ganar.

La primera película de Air Bud se estrenó en 1997 (un éxito en esa época), y en ella Buddy se convierte en un miembro importante de un equipo de básquetbol. Las siguientes cintas tienen la misma dinámica, sólo que con diferentes villanos y otros deportes. Este Golden Retriever también se convirtió en jugador de soccer, futbol americano, béisbol y hasta volibol playero. 

Pickles

Durante el mundial de 1966, que se llevó a cabo en Inglaterra, al guardia que resguardaba el trofeo Jules Rimet que le sería entregado al campeón del mundo, se le hizo fácil salir a almorzar. Para su sorpresa, cuando volvió la mampara estaba destruida y el trofeo había desaparecido (seguro que alguien fue despedido casi de inmediato).

El Jules Rimet estaba tasado en casi 40 mil dólares –que en ese entonces era muchísimo dinero–, pero al principio las autoridades trataron de ser lo más discretas posible para que nadie se enterara de lo ocurrido. Todo cambió cuando recibieron una llamada en la que pedían 15 mil libras esterlinas como “rescate” del trofeo. En ese momento intervino la Scotland Yard (la policía británica) y los medios se enteraron de la noticia.

Pickles, un Border Collie, descubrió la Copa del Mundo robada mientras paseaba con su dueño, desviándose de su ruta habitual siguiendo un rastro. Fue entonces cuando el perro encontró envuelto en periódico el Jules Rimet y lo llevaron a la comisaría.

Obviamente el dueño se convirtió enseguida en otro sospechoso del robo, pero cuando se probó su inocencia, la historia del perrito que lo encontró se dio a conocer y se convirtió en una superestrella. Pickles fue nombrado “perro del año” e incluso se le entrenó para que protagonizara la película “The Spy With The Cold Nose”. Además, fue invitado a diversos programas de TV y hasta viajó a otros países.

Perro portero

Esta es una historia real bastante reciente. A finales del 2018, Defensores de Belgrano estaba enfrentándose al Juventud Unida en la jornada 17 del Torneo Federal de Argentina con un marcador 3-0 en contra. Ya con la esperanza y los ánimos en los suelos, los Defensores cometieron un gran error cuando hicieron un saque rápido de la bola.

Los delanteros del Juventud Unida aprovecharon la “metida de pata” y uno de ellos pateó el balón. Un perro callejero invadió la cancha y salvó un gol decisivo, interceptando el balón frente a la portería con una carrera oportuna.

Al final el árbitro suspendió el partido y el perro continuó su camino y se fue corriendo. Obviamente la victoria sí fue para los de Juventud Unida, sin embargo, gracias a este can, el ya vergonzoso marcador de 3-0 no se convirtió en un aún peor 4-0. Hay que admitir que todo fue una graciosa coincidencia, pero no todos los días se ve a un perro evitar un un gol.

¿Te imaginas que los perritos pudieran jugar en equipos con los humanos? Seguro habría que hacer varios ajustes en los balones para que no se lastimaran y a la mejor en los reglamentos, pero sería impresionante. Pero bueno, aunque no podamos apostar por ellos en nuestros deportes favoritos, sí apostamos a que son el mejor amigo que cualquiera podría tener.

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