Los playoffs de la NFL están por comenzar, pero los Dallas Cowboys son el tema a pesar de no haber logrado su boleto. La noticia de la inminente salida de Jason Garrett volvió a tomar fuerza ayer, con varios periodistas dándolo como un hecho.
Los Cowboys tienen motivos suficientes para dar por terminada la relación, así que aquí te presentamos los cinco pecados de Garrett:
No ganar el Super Bowl
Jason Garrett llegó en 2010 a los Cowboys como entrenador en jefe interino y en 2011 fue nombrado como el entrenador oficial. No obstante, en sus 9 años al frente fue incapaz de llevar al equipo a un Super Bowl, alargando la racha del equipo a 24 años sin lograr un campeonato.
Su mala suerte en los playoffs
En su etapa al frente de Dallas, Garrett solo logró calificar al equipo en tres ocasiones, perdiendo todas en la Ronda Divisional. Los Green Bay Packers, en dos ocasiones, y Los Angeles Rams, en una, fueron los verdugos de la ‘Estrella Solitaria’.
Nunca ser un equipo dominante en la NFL
Los Cowboys lograron el título de su división en tres ocasiones, pero solo en una de ellas terminaron como uno de los dos mejores equipos de la Conferencia Nacional. Para el prestigio que tiene el equipo, su época con Garrett dejó bastante que desear.
No saber enderezar los partidos
Algo que siempre se le criticó al entrenador en jefe fue su incapacidad para manejar los partidos, tomando decisiones erróneas en jugadas decisivas, o guardando a jugadores clave a la hora buena.
Echarse a la afición encima
Los aficionados de Dallas tuvieron una relación de amor y odio con Garrett, aunque el segundo sentimiento fue el que predominó; después de quedar eliminados esta temporada, la afición expresó su sentir y por ello es prácticamente un hecho la salida del coach.