Megan Rapinoe es una de las mejores futbolistas de los Estados Unidos y de eso nadie tiene la menor duda. Sin embargo, su posición en el ámbito político podría nublar su carrera, pues al expresar que se encuentra en contra de la ideología del Presidente Donald Trump, tanto el mandatario como seguidores del MAGA (Make America Great Again) se han pronunciado en su contra.
Megan es una de las máximas goleadoras de la selección del país norteamericano, pero en el pasado enfrentamiento entre Estados Unidos e Inglaterra, que fue la semifinal de la Copa del Mundo Femenil, fue dejada en la banca durante todo el partido, y muchos fanáticos creen que la decisión de Jill Ellis, entrenadora principal del equipo, fue tomada debido a que fue presionada por Trump.
Recordemos que Colin Kaepernick, jugador de la NFL que empezó a hincarse durante el himno nacional de Estados Unidos previo a los partidos como una forma de protesta porque policías blancos han asesinado a ciudadanos negros sólo porque sí, actualmente es un «agente libre», o sea, no tiene equipo. Sospechoso, ¿no?
Sin embargo, Jill Ellis declaró que Rapinoe no jugó por una contractura en el tendón de la corva, pero ¿por qué los internautas siguen culpando a Trump?
Si no te sabes toda la historia aquí te la contamos: Megan es una apasionada activista política y social que en numerosas ocasiones ha defendido a la comunidad LGBTT+, luchado por los derechos de las deportistas (incluso acusó a su federación por discriminación que favorece al equipo masculino) y ha protestado contra la desigualdad racial, por lo que ha manifestado que las políticas de Trump son retrógradas.
Sumado a lo anterior, la futbolista declaró que, si la selección de su país gana el mundial, ella no visitará la Casa Blanca y que incluso dudaba que fueran invitadas. Todavía un día antes del enfrentamiento con Francia, en los cuartos de final, se mantuvo firme con lo que había dicho. Como era de esperarse, sus declaraciones alegraron a muchos y enfurecieron a otros cuantos, incluyendo al presidente Donald Trump.
Como respuesta, el mandatario expresó a través de su cuenta de Twitter (¡qué sorpresa!) que a los equipos “les encanta ir a la Casa Blanca” y le recomendaba a Megan que “antes de hablar tendría que ganar» y que mejor «terminara el trabajo”. Para cerrar con broche de oro, Trump publicó un tuit más que decía: “Aún no hemos invitado a Megan o al equipo, pero ahora estoy invitando al EQUIPO, gane o pierda. Megan nunca debería faltarle el respeto a nuestro País, a la Casa Blanca o a nuestra Bandera, especialmente porque se ha hecho mucho por ella y por el equipo. Siéntete orgullosa de la bandera que llevas.”
Sin dejar que los tuits de Donald Trump y otros usuarios la afectaran, al día siguiente Megan Rapinoe anotó los dos goles a Francia que hicieron que su equipo pasara a la semifinal, partido en el que no pudo participar. Además, Sue Bird, basquetbolista de la WNBA y actual pareja de Megan, salió en defensa de la futbolista y escribió para The Players Tribune un artículo al que tituló “Supongo que el presidente realmente debe odiar a mi novia”, en el que expresó su descontento sobre cómo el mandatario reaccionó como un adolescente en contra de Megan y cuestionó si no tenía nada mejor que hacer.
Por ahora la situación se encuentra en stand by, y aunque muchos esperan que Megan Rapinoe esté presente en la gran final, las probabilidades de que eso ocurra son bastante bajas (¿cuánto tarda en sanar una “contractura”?). Cabe mencionar que la futbolista es súper apasionada en todos los aspectos de su vida, tanto en la cancha, como en las decisiones que toma. Dudamos que en algún momento se eche para atrás con todo lo que ha dicho y estamos seguros de que seguirá defendiendo sus ideales.
Hace poco fue publicada en ESPN la historia de Brian Rapinoe, hermano mayor de Megan que actualmente se encuentra en el Programa de Reingreso a la Comunidad Masculina de San Diego. En ella se relata que, pese a que de niños ambos soñaban en convertirse en futbolistas, él tomó el camino equivocado, estuvo en la cárcel por un tiempo e incluso perteneció a una pandilla a favor de la supremacía blanca. Actualmente no se pierde ningún partido de su hermana y la apoya a distancia. “Yo era su héroe, pero ahora ella es la mía”.
Si Megan Rapinoe no siguió los mismos pasos de alguien a quien admiraba y si aprendió a tomar sus propias decisiones incluso si eran totalmente opuestas a las de su hermano mayor, ¿por qué cambiaría su postura sólo para complacer al Presidente? Y bueno, todo esto ocurrió apenas un par de días de la Independencia de los Estados Unidos. 😅 ¡Feliz 4 de julio!