Los Toronto Raptors dejaron en el camino a los Golden State Warriors y evitaron el tricampeonato de los californianos, pero el saldo de las Finales resultó más duro. Con la serie terminada, ahora los Warriors tienen que pensar en lo que viene, y no parece nada prometedor.
Kevin Durant, uno de los pilares del equipo, regresó para la serie final tras una lesión de varias semanas, pero justo en su mejor momento sufrió otro percance que lo obligó a abandonar el partido; el diagnóstico fue peor de lo esperado, con una ruptura del tendón de Aquiles que lo mantendrá fuera de las canchas al menos hasta marzo del 2020.
De la misma manera, Klay Thompson sufrió la peor de las suertes en el peor momento. En el juego 6 el ‘Splash Brother’ estaba encendido pero un mal paso le produjo una ruptura del ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda, dejando a su equipo lastimado en lo anímico. El pronóstico indica que estará al menos seis meses fuera de la duela.
“Brutal”, “una pesadilla”, “devastador”, fueron algunos de los adjetivos utilizados por personal de los Warriors para expresar su sentir. Además de las lesiones, solo el futuro de Stephen Curry y Draymond Green parece asegurado, con otros jugadores como DeMarcus Cousins y Andre Iguodala cercanos al retiro o a cambiar de equipo en la agencia libre.
La próxima temporada marcará también el cambio de los Warriors de Oakland a San Francisco. La nueva etapa arrancará con mucha incertidumbre, con la duda de si la franquicia más dominante de la NBA en los últimos años mantendrá el nivel o se irá para abajo.
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