El tenis femenil no podría entenderse sin la historia de Serena Williams, que junto con su hermana Venus cambió el deporte a finales de los 90’s. La estadounidense rápido se ganó un lugar entre las grandes y hoy en día ya tiene un lugar como leyenda.
A lo largo de su carrera ha sido detenida por varias lesiones, y en 2017 puso una pausa para dar a luz a su primera hija; aunque parecía que ser mamá detendría su carrera, Serena Williams regresó en 2018 y a la fecha ha logrado llegar a la final en cuatro grand slams, aunque se quedó a la orilla del título.
El 2020 empezó bien para la menor de las Williams, pues logró su primer título en tres años, tras coronarse en el WTA International de Auckland, convirtiéndose en la primera tenista en la Open Era que levanta un trofeo en cuatro décadas. Ahora la meta de la tenista de 38 años es coronarse en el Australian Open, donde podría igualar a la histórica Margaret Court.
La tenista australiana tiene 24 títulos de Grand Slam, uno más que Serena; después de cuatro intentos de alcanzarla sin éxito, la norteamericana llega motivada con su inicio de año, y en la primera ronda del torneo ya demostró que va con todo, consiguiendo una victoria por 6-0, 6-3 ante la joven Anastasia Potapova.
Serena Williams, cerca de la historia
Williams ha ganado siete veces el Grand Slam australiano – la última vez en 2017 -, pero no la tendrá nada fácil este año.
Ashleigh Barty, Naomi Osaka, Karolina Pliskova y Simona Halep son las rivales que llegan como favoritas, buscando arruinar de nueva cuenta que Serena inscriba su nombre en la historia de la WTA.