Nunca antes en la historia del deporte se había visto un dominio como el de Rafael Nadal en la arcilla de Roland Garros. La mañana de ayer (hora de México) logró su título 12 en París, derrotando en cuatro sets a Dominic Thiem.
El poderío de Nadal sobre el polvo de ladrillo no tiene igual en la historia del tenis. Sus 12 Copas de los Mosqueteros son la mayor cantidad de Grand Slams para un tenista, hombre o mujer, superando los 11 de Margaret Court en el Abierto de Australia.
Este éxito sin precedentes tiene diversos motivos. La capacidad física de Nadal se ha adaptado de manera perfecta a la arcilla, una superficie que exige mucho a los tenistas por la velocidad a la que se juega; ejemplo de ello es la habilidad que tiene para resbalar y seguir la jugada, algo que le otorga ventaja sobre sus rivales.
La fortaleza mental para jugar en Roland Garros -y en general en los torneos de arcilla- es otro de sus puntos fuertes. Rafa se adapta y compite a pesar de las circunstancias en las canchas rojas, donde en muchas ocasiones ha superado a sus rivales por el aspecto mental.
Las estadísticas no mienten: de 95 partidos en París, Nadal ha ganado 93. 277 sets ganados, por solo 27 perdidos. 82 títulos oficiales, 59 de ellos en arcilla. Con su triunfo de ayer, el español llega a 18 Grand Slams, a dos de Roger Federer; a sus 33 años, la leyenda de Rafael Nadal apunta a convertirse en la más grande en la historia del tenis.
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