El US Open es uno de nuestros eventos favoritos del circuito tenístico.
La rapidez de sus canchas, la entrega del público y la calidad de sus partidos lo convierten en un Grand Slam imperdible.
En sus 50 años de historia nos ha traído momentos que han dejado huella en el tenis, y hoy recordamos 5 de los más emotivos:
El título de Arthur Ashe – 1968
La primera edición del US Open en la Open Era tuvo como ganador a Arthur Ashe, el primer tenista de raza negra en conseguir un título de Grand Slam.
En una etapa donde el movimiento por los derechos civiles de los negros estaba en auge, la hazaña de Ashe fueron un símbolo. Hoy en día el estadio principal del torneo lleva su nombre.
Las lágrimas de Andre Agassi – 2006
Agassi es uno de los mejores tenistas de la Open Era y en el US Open forjó parte de su legado.
En 2006, un año después de llegar a su última final, anunció su retiro de las canchas, siendo su último torneo el Grand Slam estadounidense.
Tras ser eliminado por Benjamin Becker en tercera ronda, Agassi se despidió del público entre lágrimas, con un emotivo discurso que puso sentimental a más de uno en las tribunas.
El US Open de Oro para Steffi Graf – 1988
Para muchos Graf es la mejor jugadora en la historia del tenis femenil.
En 1988 dominó el circuito al grado de lograr el Golden Grand Slam, tras ganar los cuatro Grand Slams del año más la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
Hasta la fecha ningún otro jugador, varonil o femenil, ha logrado ese mito.
El regreso de Monica Seles – 1995
Seles fue protagonista de uno de los momentos más duros en el tenis.
La tenista yugoslava fue apuñalada en 1993 por un fanático de Steffi Graf durante un partido en Hamburgo; la herida no causó tanto daño, pero decidió alejarse por dos años de las canchas.
Su primer Grand Slam tras el ataque fue el US Open de 1995, en el que llegó hasta la final. Su rival fue la misma Graf, que logró el título después de vencerla 6-7(6-8), 6-0, 4-6.
La creación del Super Saturday – 1984
Los estadounidenses son los maestros en hacer del deporte todo un espectáculo.
En 1984 decidieron programar la final del torneo femenil en medio de las dos semifinales varoniles, dando lugar a la creación del Super Saturday, celebrado hasta 2015.
En su primera edición, los aficionados pudieron disfrutar a Pat Cash contra Ivan Lendl; Chrissie Evert contra Martina Navratilova; y John McEnroe frente a Jimmy Connors.
La combinación de estrellas es considerada por muchos como uno de los mejores días en la historia del tenis.
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