A los casinos todos vamos a divertirnos, ya sea jugando cartas, ruleta, dados o en alguna otra mesa dentro del lugar. Sin embargo, existen personas que están ahí para cumplir con ese trabajo y a veces no son valorados. Nos referimos a los croupiers.
Ser croupier es todo un arte y toma algunos años aprender lo que se necesita para poder ser considerado y obtener trabajo en un casino. En ocasiones los jugadores los culpan de su buena o mala suerte, por ello se acostumbra que estén en constante rotación para evitar este tipo de situaciones.
Como croupier se ven muchísimas cosas y se soportan otras tantas, desde tener que imponer las reglas en las mesas donde está trabajando, hasta los ganadores, quienes ya con copas de más celebran a gritos, ademanes y hasta golpeando la mesa solicitando la carta que buscan.
Otra de las cosas que un repartidor vive son las pláticas triviales de los asistentes y las preguntas que muchos jugadores, nuevos casi siempre, hacen. Aquí te presentamos algunos de esos cuestionamientos que ellos escuchan.
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Cuestionamientos variados
Quizá la pregunta que más escucha es: ¿cuánto tiempo llevas en esto de repartir cartas? Y es que los jugadores, ante los silencios largos, sienten la necesidad de “hacerle plática” al croupier y esa es la primera pregunta que les viene a la mente.
Dar propina es algo opcional que muchos hacen, pero otros no. Algunos grandes ganadores acostumbran regalar una ficha para que la cobre, pero no hay una regla como tal y los nuevos asistentes a los casinos suelen preguntarles: ¿qué tanto de propina les dan los más apostadores?
Las historias sobre los ganadores siempre son emocionantes y cuando pensamos en ellas las imaginamos en grande, por ello otro de los cuestionamientos que salen más a la luz es: ¿cuál es la cantidad más grande que has visto ganar a alguien?
Para los clientes más frecuentes en los casinos todo es diversión, por lo que una pregunta que les pasa por la mente muy a menudo es: ¿hay algo malo de trabajar aquí? Todos los que laboran en estos lugares siempre tienen la mejor actitud para los visitantes, por lo que en realidad es muy difícil escuchar que alguien se queje.
Un croupier de blackjack sabe que hay una pregunta que escuchará mucho y de distintas maneras: ¿qué hago?, pues normalmente un jugador puede titubear en pedir otra o no y su instinto lo lleva a pedirle ayuda con su juego.
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