Hoy en día el Bingo es uno de esos juegos que todo el mundo conoce (hasta los que nunca lo han jugado) y que no puede faltar en los casinos. Pero ¿te has preguntado cómo es que se hizo tan popular? Bueno, aquí y ahora te diremos cómo es que el Bingo se convirtió en un juego multimillonario.
Aunque las probabilidades de cantar Bingo (es decir llenando todas las casillas de tu cartón) no son tan altas, los grandes premios y el bajo costo de los cartones hacen que resulte muy atractivo jugarlo, esto no siempre ha sido así. Recordemos que este juego fue inventado alrededor de 1530 en Italia, pero fue hasta 400 años después que se volvió un must dentro de esta industria.
De acuerdo con la BBC, fue Edwin Lowe (1910-1986), un inmigrante polaco que era dueño de una compañía de juguetes en Nueva York, el responsable de que el Bingo saltara a la fama y ganara la popularidad que tiene actualmente.
Todo comenzó cuando Lowe viajó a Georgia en 1929 debido a la Gran Depresión y visitó el Carnaval de Atlanta. Allí se encontró con el juego que había sido traído del viejo mundo, sólo que en esta versión los participantes debían marcar los números en los cartones con frijoles (sí, como le hacemos los mexicanos con la lotería). Por eso el juego era conocido como Beano, porque frijol en inglés es bean.
El juego llamó tanto su atención que decidió reinventarlo y tomarlo en cuenta para sus próximos negocios. Se dice que una ocasión que le presentó el juego a sus conocidos, una de las participantes se emocionó tanto que en lugar de gritar “Beano” gritó “Bingo”. A Edwin le gustó más cómo sonaba eso así que decidió dejar ese nombre. ¡Qué bueno! Porque suena mucho mejor.
Cabe mencionar que Edwin no era un simple fabricante de juguetes, sino que era un empresario con visión, a tal grado que en 1962 abrió el Tallyho Hotel en Las Vegas Strip, una de las calles más importantes de la Ciudad de las Luces y que, años después en 1973, vendería su compañía (E. S. Lowe Company) por la módica cantidad de 26 millones de dólares.
Volviendo al tema del Bingo, Lowe introdujo el juego en tantos lugares como se le fue permitido, atrayendo a cada vez más personas. Incluso se llegaron a jugar más de 10 mil bingos públicos por semana durante la década de los 30 y la demanda no hacía más que crecer. Para esta tarea, el emprendedor contrató a Carl Leffler, profesor de Matemáticas de la Universidad de Columbia, para que creara unas 6 mil combinaciones en cartones.
Y bueno, así fue como Edwin Lowe hizo que la popularidad del Bingo creciera exponencialmente en Estados Unidos. Cabe mencionar que hay quienes consideran al profesor Carl Leffler como “el padre del Bingo Moderno”, pero bueno, esa es otra historia.
Ahora que sabes un poco más sobre el Bingo, quizás te sientas con unas ganas enormes de jugarlo para recibir la dosis de adrenalina que tu cuerpo necesita.