En el Estadio Azteca se jugaban los cuartos de final. Para los mexicanos, la tarde todavía era amarga tras la derrota en penales del Tricolor un día antes, mientras que para los argentinos la guerra de las Malvinas todavía era un recuerdo agrio. En la cancha, estos antecedentes se olvidaron por un momento cuando un joven de 25 años tomó el control del balón al principio del segundo tiempo: la leyenda de Maradona se estaba escribiendo.
Desde el centro del campo, el futbolista nacido en Lanús, Buenos Aires, cambió la velocidad, evitó la marca de dos defensivos y pasó a Jorge Valdano, quien intentó realizar una pared con un pase elevado pero, tras un rechace del defensivo inglés, el balón se elevó en el centro del área chica y Maradona saltó, alzando su brazo izquierdo para superar a Peter Shilton y marcar el primer gol del partido.
Los defensores ingleses de inmediato le reclamaron al árbitro que el centrocampista argentino había tocado la pelota con la mano, pero nada se podía hacer: el gol había sido marcado como válido.
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Un tanto legendario, pero unos minutos después, Maradona tomó el balón detrás del medio campo; primero se quitó la marca de dos defensores y repitió la dosis con un par más para culminar con un regate que dejó al portero en el suelo. Una leyenda había nacido ante los miles de asistentes del Estadio Azteca.
La leyenda argentina
Desde muy joven, Maradona mostró su pasión por el futbol en sus primeros partidos con Argentinos Junior, mejor conocidos como Los Cebollitas, talento que lo llevó a la selección argentina en 1979, donde marcó su primer gol frente a Escocia en una victoria de 3-1.
Boca Juniors, Barcelona, Napoli, Sevilla, Múnich, Newell ‘s Old Boys, Deportivo Mandiyú, Racing Club… Por cada equipo en el que jugó dejó una historia a consultar, pero fue con la selección argentina donde su nombre se colocó entre los más grandes de la historia del futbol.
Cuatro Mundiales (España 1982, México 1986, Italia 1990 y Estados Unidos 1994), una Copa del Mundo, un subcampeonato, 91 partidos y 34 goles: números y triunfos que hicieron de Maradona una leyenda y uno de los mejores jugadores.
En los libros y los videos quedará el recuerdo del talento de “El Pelusa”, el legendario Gol del Siglo y la controversial “Mano de Dios”. Ante su repentina partida, nos queda recordar el legado dentro y fuera de la cancha, disfrutar sus jugadas de fantasía y ese talento que lo convirtió en uno de los más grandes del deporte más hermoso del mundo. ¡Hasta pronto, Diego!
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