Los home runs se han vuelto el pan de cada día en la Liga Mexicana de Béisbol. El cambio de proveedor de las pelotas para esta temporada no ha traído buenos resultados en lo deportivo, con marcadores muy abultados que afectan el espectáculo.
El pasado 5 de junio los Diablos Rojos del México derrotaron 29-0 a los Bravos de León, un marcador más parecido al de un partido de futbol americano. El 17-9 de Campeche a Tabasco ese mismo día, el 12-15 de Monterrey a Monclova el 8 de junio y el 20-11 de Tijuana a Laguna son ejemplo del cambio que ha representado la nueva pelota.
El cambio de Rawlings a Franklin Sports se confirmó antes del inicio de la temporada. Javier Salinas, presidente de la LMB, aseguró que el menor precio y el trato preferencial ofrecido por Franklin fueron los factores para el cambio; no obstante, el mismo Salinas salió a decir hace días que el patrocinador cambiaría de bola, algo que fue desmentido por la misma empresa.
Un sector de los equipos y aficionados consideran que los marcadores abultados le quitan emoción a la LMB. Ver home runs tan seguido resta atractivo al deporte, aunque otros argumentan que la pelota no es la culpable, sino que el nivel de los pitchers ha disminuido considerablemente.
De seguir el paso, en la temporada 2019 se podría romper el récord de más home runs en la LMB, que marcó Jack Pierce, de los Bravos de León, con 54 cuadrangulares en 1986. Curiosamente, en aquel año también hubo un cambio de proveedor de pelotas, usando la bola marca Comando, criticada por su ligereza como ahora sucede con la Franklin.
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