Una nueva noche mágica de Champions League nos deleitó hoy. El Liverpool hizo de Anfield su fortaleza y venció contra todo pronóstico al Barcelona 4 goles a 0, para un global de 4-3 que echó a los catalanes de las semifinales.
Sin Mohamed Salah y Roberto Firmino, las esperanzas para los Reds eran mínimas, tomando en cuenta la exhibición de Messi en la ida. No obstante, frente a un escenario mágico en Anfield, los ingleses salieron con todo y al minuto 7 lograron el 1-0 que hacía sentir que había posibilidad.
En la ida el Liverpool demostró un mejor futbol pero Lionel Messi impidió la debacle. Para la vuelta la tónica se mantuvo y el local fue mejor, aunque al descanso seguía necesitando 3 goles. Georginio Wijnaldum ingresó al medio tiempo y en 10 minutos anotó un doblete, dejando al Barcelona sacudido.
La locura se apoderó de los aficionados, pero aún era necesario un gol más. El reloj avanzó y Trent Arnold aprovechó una distracción del Barcelona al 79’, cobrando un ‘madruguete’ en tiro de esquina que Divock Origi remató sin marca para el 4-0 que volvió a Anfield un infierno.
Aunque el Barcelona avanzaba con un gol, el golpe anímico fue imposible de soportar. Los recuerdos de la remontada sufrida en Roma el año pasado fueron más fuertes, dejando al club catalán sin oportunidad de marcar el gol de la honra. Tras 5 minutos de compensación, el Liverpool logró una hazaña que quedará en la memoria de los aficionados al futbol.
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