El predilecto de muchos, favorito de las historias de casinos y muy popular alrededor del mundo. El 21 es el juego más solicitado, aquí te enseñaremos rápidamente cómo repartir las cartas en el blackjack y acercarse al objetivo del juego: acercarse u obtener 21.
Cuando hablamos de repartir las cartas en el blackjack, nos referimos al acto de distribuir las mismas a los jugadores en la mesa. Este proceso es fundamental para el desarrollo del juego y tiene implicaciones significativas en las estrategias que los jugadores pueden emplear.
Si quieres conocer más detalles, sigue leyendo.
¿Cómo comenzar a repartir las cartas en el blackjack?
La baraja y corte de mano es el inicio de todo juego. La carta de corte es una carta color rojo que se coloca en la baraja y sirve para marcar dónde separar las cartas durante el corte.
No es del todo necesario, pero puede ser muy útil para comenzar a repartir las cartas en el blackjack. Si se juega con un grupo grande de personas, se puede combinar hasta 6 u 8 barajas para cambiar las probabilidades del juego. Recordemos que el blackjack es un juego de azar y posibilidades.
Una vez que se comienza a repartir, el crupier puede comenzar a tener cierto control con el juego. Sí se está en la mesa, se debe lograr que los jugadores realicen sus apuestas en el círculo pequeño que está frente a ellos.
Hay que esperar hasta que cada jugador haya puesto fichas para la apuesta o bien, decida retirarse de la mesa.
Los pasos más importantes para repartir las cartas
Lo primero que se debe hacer es repartir una carta boca a todos los participantes partiendo de izquierda a derecha, por lo que hay que colocar la tarjeta en el spot sin acomodarla.
Aquí se coloca una carta boca abajo frente a ti, crupier. Posteriormente se reparte 1 carta boca arriba más a los jugadores y a ti mismo. Empieza con el jugador de tu izquierda y reparte otra carta de la baraja.
Fácil, ¿no? Ya dentro de la dinámica del juego, hay que retirar las cartas y las apuestas del jugador si el total suma más de 21.
Después, ve hacia el siguiente jugador cuando el jugar a quien le vas a repartir quiera mantenerse en la mesa. Si el jugador está cerca de los 21 y no quiere intentar más allá de su juego, pedirá plantarse.
Al terminar la ronda, habrá que darle la vuelta a la carta que está boca abajo y sumar el total de las cartas. Una vez hecho esto y que todos los jugadores hayan terminado su turno, se reanuda la función del crupier.
Debes comparar las cartas de la mesa con las del resto de jugadores en la mesa, aquí se deberá ir borrando a los jugadores que sobrepasen el 21, quienes más se acerquen al 21 tendrán más chances de ganar y aquellos que tengan la misma mano que el crupier serán considerados como ‘empate’.
Las probabilidades en una partida
Ahora bien, hay que recordarlo. El blackjack es un juego de azar pero sobre todo de probabilidades al pagar las apuestas de los jugadores, aquellos que estén más cerca del 21, reciben un pago de 1 a 1, traducido al doble de la cantidad que apostaron.
Si el jugador ganó con un 21 blackjack, mostrando un 10 y un as, entonces generalmente se le paga 3 a 2 en su apuesta, lo que significa que obtendrá 2,5 veces la cantidad que apostaron. Hacia el final, se recogen todas las cartas de cada uno de los jugadores y se vuelven a colocar boca abajo en la sopa o pila de descartes.
Cómo ves, el póker es un juego sencillo, su magia radica en tener un control de las probabilidades de tu juego y el del crupier, sólo así se acercará a la meta de conseguir un 21 o un número que más se le acerque.
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