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¿Nos quedaremos sin los Juegos Olímpicos de Tokio 2020?

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la competición deportiva más importante del año, está en vilo a causa de la pandemia por el coronavirus.

Foto: AFP

El 2020 pintaba para un verano lleno de deportes, con la Eurocopa, Copa América y los Juegos Olímpicos listos para deleitarnos. Sin embargo, el coronavirus se atravesó en los planes y por el momento ya provocó que los dos torneos de futbol se aplacen hasta 2021. 

En el caso de Tokio 2020, hasta ahora el Comité Olímpico Internacional (COI) mantiene en pie los planes de llevar a cabo el evento. A través de un comunicado lanzado el día de ayer, la organización aseguró que no hay necesidad de tomar ‘decisiones drásticas’. 

Shinzo Abe, Primer Ministro de Japón, expresó que desea llevar a cabo los Olímpicos y Paralímpicos “como prueba que la raza humana conquistará al nuevo coronavirus”, recibiendo apoyo de los líderes de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. 

De acuerdo al COI, la situación en torno al coronavirus está monitoreada desde mediados de febrero, a través de una fuerza especial que involucra a personal del Comité, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el comité organizador de Tokio 2020 y las autoridades japonesas. 

¿Qué hay por delante para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020?

Uno de los puntos críticos para Tokio 2020 es que aún hay un 43% de atletas que aún no han calificado a los Juegos, por lo que se tomarán diferentes medidas en caso de que no se puedan completar los procesos de calificación.

Cancelar Tokio 2020 o llevarlos a cabo sin público son dos de las opciones, aunque ambos casos serían mucho más problemáticos que aplazarlos para 2021, como pasó con la Eurocopa y la Copa América, o hacerlos en otoño de 2020.

Los intereses del COI, aficionados, televisoras, voluntarios y patrocinadores están en juego por el coronavirus, que nos podría dejar sin Juegos Olímpicos por primera vez desde 1944. Aunque hasta el momento todo sigue en pie en Tokio, la rápida evolución de la enfermedad pinta un panorama poco alentador para el deporte mundial.

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