Las apuestas y el juego van más allá de ganancias o pérdidas, se trata de jugar con tus emociones, percibir las de los demás y tener un autocontrol total. Hoy analizaremos los puntos fuertes a tener en cuenta cuando se apuesta, independientemente del juego en el que decidas participar.
Primero, hay que entender la suma importancia del autocontrol y una buena estabilidad emocional como la piedra angular de cualquier jugador, pues es aquí donde se fundamenta la toma de decisiones. Sí se es precipitado, probablemente el resultado no sea el deseado, contrario al control, donde se analiza fríamente a detalle la decisión que se tomará. Solo al controlarte podrás gestionar bien tu presupuesto, aceptar mejor cada pérdida, a respetar tu propio sistema de apuestas al pie de la letra, conocer los límites que has impuesto para cada una de tus apuestas, controlar mejor los riesgos de las mismas y, sobre todo, a no volverte loco si sufres de una mala o buena racha.
Después, el tema del conocimiento del juego. Saber en qué momento es bueno entrar, salir o mantenerse en la jugada. Es por ello que también debemos controlar el aburrimiento. Son los momentos en los que no tenemos nada que hacer y decidimos apostar por puro impulso. Hacerlo por ambición y querer entrar apostando todo tu dinero en una sola apuesta o querer realizar muchas selecciones para una apuesta combinada. Estos son caminos que tarde o temprano te llevarán al fracaso. Las apuestas deportivas engloban el 70% de las apuestas en el mundo y el fútbol es el que genera más ingresos, seguido del béisbol, de acuerdo con reportes de expertos. Es por ello que apostar por el mero impulso de hacerlo por tu equipo favorito sin antes investigar o hacer antecedentes de como está la dinámica de los equipos en tu deporte favorito.
Por último, analizar bien qué momentos son aquellos en los que se pierde el control de las emociones, hay que elaborar un plan de respuesta para controlarte. Manejar una dinámica de relajación una vez detectadas las emociones fuera de control. Mejor encontrar otra dinámica que distraiga la mente de la euforia descontrolada.
En Strendus, queremos que la diversión siempre venga de un manejo de emociones muy controlado y sano desde nuestros usuarios.