Como apostar en Baccarat

El baccarat, es el juego que inspiró al escritor Ian Fleming para incluirlo en las novelas del agente 007, James Bond, en la saga Casino Royale, en donde gracias a una partida de este juego, Bond, acertó al conseguir ganar apuestas millonarias. Hoy te presentamos como el agente más conocido de la cultura pop hizo de este juego una constante entre las apuestas.

Al ser un juego enteramente de azar, no se necesita de grandes estrategias para comenzar a jugar en él, pues sus reglas son sencillas y fáciles de llevar a cabo. La ventaja principal de este juego, es que la casa es quien menos probabilidades tiene, por lo que aquellos que participen en el juego están un pasito adelante del Casino. 

Aunque resulte muy similar al Blackjack, no hay que confundirse, en este juego el repartidor es quien hace todos los movimientos, mientras que los jugadores que participan se deben limitar a elegir la mano donde apostarán: por punto, por jugador o por empate. Antes, debemos repasar la dinámica del juego y de las cartas: se juega con seis u ocho barajas sobre la mesa con un depósito. Para ser el vencedor, cada participante debe apostar por la mano del propio jugador, por la de la banca o por el empate, así de fácil. Ninguna mano tendrá un número de cartas mayor a tres. Valor de las cartas: La Jota, Reina, Rey y los Dieces no valen, dan cero. Los ases valen solo un punto. Las cartas del 2 al 9 conservan el valor establecido por la carta. 

La combinación de 2 cartas puede sumar más de 9. Un ejemplo: si tienes una carta cuyo valor es de 5 y otra carta de valor 7, tendremos una suma de 12, lo que contará siempre será el último dígito de la suma. Con una mano de 12, en realidad solo tienes 2, el último dígito. El juego continúa con una nueva ronda para robar otra carta. Después de robar la carta, el objetivo continúa (y continuará) siendo exactamente el mismo. O ganas con una mano que sume 8 o 9, o con una mano más baja de 6 o 7.

¿Conocías esta dinámica? Este popular juego francés es totalmente de azar y no depende de estrategias. Se trata de un juego en donde la astucia, la capacidad de reaccionar rápido y tener siempre en cuenta lo que sucede con los dígitos es la clave.

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